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Botanas y raspados mexicanos que ponen una sonrisa en tu rostro

La Patroncita

Raspados de frutas naturales, aguas frescas y gran variedad de antojitos para disfrutar en cualquier momento del día.

Conócenos

Somos un negocio familiar, de gran tradición, que te ofrece la mejor manera de satisfacer ese antojo que con  una de nuestras botanas, raspados y antojitos que te invitarán a probar más.

 

Junto con mi hija hemos comenzado esta aventura. Hoy formamos parte de una organización de emprendedoras que nos han inspirado y nos han apoyado con el desarrollo del negocio y éxito personal. 

Delicioso

Raspados, aguas frescas y botanas con sabor inigualable.

Tradición 100% mexicana

Disfruta en cada bocado el sabor de antojitos mexicanos.

Frescura garantizada

Productos siempre frescos y de la mejor calidad para cuidar de ti y tu salud.

Servir es nuestra motivación

Servimos a nuestros clientes con deliciosas botanas, pero también queremos servir con el objetivo de hacer que todo el que nos pruebe se sienta invitado a volver y recomendarnos con sus familiares y amigos.

Compartiendo con todos ellos nuestros valores: Amabilidad, Exquisito Sabor y Precios justos

Nuestros productos

Raspados

Hechos con pulpa molida de fruta fresca con azúcar, acompañados de fruta rallada.

Botanas

Aguas Frescas

Servicio para
fiestas y eventos

Tu pones el motivo y nosotros

nos encargamos de ponerle el sabor.

Precios

$550 por 1 hora de servicio

$750 por 2 horas de servicio

$900 por 3 horas de servicio

*A partir de 15 minutos adicionales al tiempo contratado aplica un recargo de $50

Nuestra Historia

Mi experiencia con el mundo del emprendimiento se remonta del deseo de explotar mis propios talentos y fomentar la independencia económica de las mujeres, pero también tiene sus orígenes en el pasado con el sueño de seguir el legado de mi madre.

Luego de que mi padre migrara a El Paso, Texas para trabajar como agricultor, mi madre, la señora Petra Castro Sánchez, se vio en la necesidad de salir adelante por su cuenta para mantener a sus 10 hijos.

Comenzó vendiendo gelatinas, chocolate de cacao puro que ella misma preparaba, raspados, quesadillas y gorditas, entre muchas cosas más hasta que logró abrir su tienda de abarrotes, para luego continuar con muchos más negocios.

Un día, mientras le contaba esta historia a mi única hija, 

ella me retó a abrir mi propio negocio como su abuela, superar mis miedos y ser mi propia jefa. Es así que, el recuerdo y ejemplo que nos dejó mi madre dio vida a “La Patroncita”, el cual era también el apodo de doña Petra.

“La Patroncita” es para mí más que un negocio, es una oportunidad de satisfacer a las personas, conectar con ellas y, sobre todo, es el legado que le quiero dejar a mis hijos: escribir mi propia historia mientras conecto y formo lazos con mujeres emprendedoras de mi comunidad, que siempre encontramos distintas formas de colaborar.

Inspirar a mis hijos y mantener viva la memoria de mi madre es lo que me impulsa a esforzarme más cada día. Hoy sé que soy capaz de seguir expandiendo mi negocio y de hacer mi propia marca, ofreciendo siempre a las familias deliciosas botanas que les traigan felicidad.

Carmela Flores, “La Patroncita”